Diabetes: seguridad en climas cálidos

Cuando los días se vuelven más calurosos, es esencial vigilar la diabetes. Con estos consejos puede prevenir los problemas relacionados con la diabetes que causa el calor del verano.

Beba abundante cantidad de líquido

La deshidratación se produce cuando se pierde mucho líquido del cuerpo. Este puede ser un problema para cualquiera cuando hace calor. Además, si su nivel de azúcar en la sangre es alto, el cuerpo pierde más líquidos en la orina. Esto quiere decir que es más probable que se deshidrate. Algunos medicamentos para la diabetes pueden aumentar el riesgo. Lo mismo ocurre con las pastillas contra la retención de líquidos que se usan para la presión arterial alta. Beba abundante agua a diario y, en ocasiones, otros líquidos, sobre todo agua. Evite las bebidas con alcohol, con cafeína o con mucho azúcar. Estas bebidas pueden causar más pérdida de líquidos.

Tenga cuidado con el agotamiento por calor

Las personas con diabetes tienen riesgo de sufrir golpes de calor. Este riesgo es mayor cuando trabaja o hace ejercicio al aire libre. Los siguientes son algunos signos de agotamiento por calor:

  • Sudoración abundante

  • Piel fría o húmeda

  • Calambres musculares

  • Cansancio

  • Debilidad

  • Mareos

  • Dolor de cabeza

  • Náuseas o vómitos

  • Desmayos

Si se siente así, deje lo que estaba haciendo. Vaya a un lugar más fresco, beba líquidos y busque atención médica.

Esté alerta ante un golpe de calor

El golpe de calor es una emergencia médica. Ocurre cuando el cuerpo se calienta demasiado por una exposición prolongada al calor o un esfuerzo físico a altas temperaturas. El golpe de calor presenta los siguientes síntomas:

  • Temperatura corporal alta (103 °F/39.4 °C o superior)

  • Piel caliente, enrojecida, seca o húmeda

  • Pulso acelerado y fuerte

  • Dolor de cabeza

  • Mareos

  • Náuseas

  • Confusión

  • Desmayos (pérdida del conocimiento)

Cuándo llamar al 911

Llame al 911 si alguien presenta los síntomas de golpe de calor descritos arriba.

Mientras espera la ayuda, puede hacer lo siguiente:

  • Traslade a la persona a un lugar más fresco

  • Ayude a bajar la temperatura de la persona con un paño o un baño fríos

  • No le dé nada para beber a la persona

Guarde la insulina con cuidado

La insulina puede perder potencia si se guarda a temperaturas muy altas. Como en una maleta, una mochila o en la guantera o el maletero de un automóvil. Utilice un estuche de viaje con una compresa de hielo para mantener la insulina fría en los días calurosos. Pero no deje que la insulina se congele. Evite la exposición directa al sol de la insulina.

Para que las inyecciones de insulina sean menos dolorosas, algunos proveedores de atención médica aconsejan mantener la insulina a temperatura ambiente. Es decir, de 68 °F a 72 °F (20 ºC a 22 °C). Si se mantiene a temperatura ambiente, la insulina estará en buen estado durante aproximadamente un mes. Marque el calendario o ponga una alarma en su teléfono inteligente o en la computadora para saber cuándo vence el mes. Si compra más de un frasco de insulina a la vez, guarde los demás frascos en el refrigerador. Antes de utilizar un frasco nuevo de insulina, siempre verifique la fecha de vencimiento.

Guarde las tiras reactivas para medir la glucosa a temperatura ambiente. Mantenga la tapa en el envase. Así podrá obtener los mejores resultados. Si la temperatura ambiente es alta, guárdelas en el refrigerador.

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