Cuidado de hospicio: planificación

Cuando a una persona se le diagnostica una enfermedad terminal, significa que la enfermedad no se puede curar y que va a morir a causa de ella. La muerte no es un tema del que a mucha gente le guste hablar. Cuando se les diagnostica una enfermedad terminal, algunas personas tienen la capacidad y la voluntad de hablar sobre su muerte inminente. Pero otras personas no. Los familiares y amigos también pueden estar más o menos abiertos a hablar sobre estos temas. Puede ser útil hablar con proveedores de atención médica, consejeros y líderes espirituales.

¿Cómo voy a morir?

Muchas personas con enfermedades terminales tienen problemas para pensar en cómo les gustaría morir. Hay muchas decisiones confusas, inesperadas y no deseadas que es necesario tomar. A continuación se enumeran algunas cuestiones que las personas a punto de morir podrían considerar:

  • ¿Dónde quiero morir? ¿En el hogar, en un hospital o en un centro de cuidado de hospicio?

  • ¿Cómo quiero morir? ¿Solo o en familia?

  • ¿Qué quiero o necesito hacer antes de morir?

No hay respuestas correctas o incorrectas para estas preguntas. Cuando las personas comienzan a pensar en su propia muerte o la de su ser querido, surgen muchas cuestiones espirituales y emocionales. Esto puede ser un tema difícil de abordar para la familia y los cuidadores. Pero es importante escuchar y ayudar a resolver estos problemas.

¿Cómo viviré antes de morir?

Cuando una persona sabe que se acerca su muerte, puede querer buscar el significado de su vida, la enfermedad y la muerte venidera. Este es un recorrido difícil que puede llevar a la persona por muchos caminos diferentes.

Una vez que la persona ha llegado a algún tipo de acuerdo con la enfermedad y la muerte, puede pensar en las relaciones con familiares y amigos. Cuando están muriendo, las personas suelen volverse más cercanas a sus seres queridos y quieren pasar más tiempo con ellos. Las siguientes son algunas ideas que pueden ayudar a las personas con enfermedades terminales en estos momentos:

  • Pasar tiempo con personas que les importan

  • Escuchar a familiares y amigos

  • Compartir sus conocimientos

  • Escribir un poema o una historia familiar

  • Involucrarse tanto como puedan en cosas que les resulten satisfactorias

Decisiones espirituales y éticas

Cuando se enfrentan a la muerte, muchas personas se preguntan cómo serán recordadas. Hay muchas maneras en que las personas pueden encontrarle un sentido a la vida antes de morir. A continuación se enumeran cuatro formas en que las personas pueden encontrar significado a sus vidas:

  1. Dejar un legado. Las personas que están al borde de la muerte descubren que dejar un legado les brinda consuelo y significado a sus vidas. Algunas formas de dejar un legado pueden incluir escribir o hacer un registro de la historia familiar o crear una reliquia familiar.

  2. Narrar una historia. Recordar y compartir historias de vida les permite a las personas darle sentido a su pasado, presente y futuro. Contar historias también puede acercar a las familias y ayudar a las personas a establecer conexiones más sólidas con sus seres queridos.

  3. Oración, meditación y redacción de un diario. Rezar les permite a las personas revisar sus vidas y descubrir quiénes son. Se puede hacer de manera verbal, en un diario o a través de la meditación. Cuando las personas están muriendo, suelen utilizar la oración para sobrellevar la situación, disipar el dolor y aliviar el estrés. La oración también da a las personas una sensación de esperanza cuando sienten que no hay nada que esperar. Cuando algunas personas están muy cerca de la muerte, sienten que orar por sus seres queridos les brinda consuelo.

  4. Dedicación a una misión o causa. Esto puede crear un sentido de autoestima y propósito. Algunas personas creen que les permite ver la vida de otra manera. Algunos tipos de misiones o causas incluyen campañas antitabaco, financiación de investigaciones, actividades de apoyo al cáncer y narración sobre la experiencia del cáncer.

Voluntades anticipadas

Una parte importante del cuidado de hospicio es asegurarse de que se cumplan los deseos de la persona al final de su vida. Cuando una persona tiene una enfermedad terminal, pueden surgir cuestiones legales y éticas. Entre ellas se incluyen la formulación de voluntades anticipadas y la decisión sobre el uso del servicio de emergencias y de reanimación. En la Ley de Autodeterminación del Paciente se establece que los pacientes pueden expresar sus últimos deseos (o voluntades anticipadas) por escrito. Una forma de voluntad anticipada es un testamento vital. Este documento adquiere importancia cuando las personas no pueden formular o expresar sus propios deseos con respecto a su atención. En un testamento vital, una persona describe qué tipo de medidas de soporte vital pueden o no usarse para su cuidado. Otra opción es nombrar a una persona que sea responsable de tomar estas decisiones cuando esa persona no pueda hacerlo. Esto se hace a través de un poder permanente para atención médica (también llamado poder notarial de atención médica o poder notarial médico). El equipo de cuidado de hospicio u otros proveedores de atención médica pueden analizar las voluntades anticipadas con las personas y sus familias.

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