Cáncer de mama: la detección temprana
Si el proveedor de atención médica encuentra el cáncer de mama y lo trata en el inicio, cuando es pequeño y no se ha propagado, tiene más probabilidades de sobrevivir. La mejor forma de encontrar el cáncer de mama temprano es hacerse pruebas de detección frecuentes. Las pruebas de detección permiten hacer controles antes de que tenga síntomas. No hay pruebas de detección para muchos tipos de cáncer, pero sí para el cáncer de mama. La detección no garantiza que no va a tener cáncer o que no morirá por el cáncer, en particular si se lo detecta cuando ya se ha propagado. Pero las pruebas de detección frecuentes pueden ayudar a encontrarlo a tiempo. Esto se conoce como detección temprana.
¿Cómo se hacen las pruebas de detección del cáncer de mama?
Las pruebas de detección para el cáncer de mama en las mujeres con riesgo promedio pueden incluir lo siguiente:
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Autoconciencia mamaria. En el pasado, se recomendaban las autoexploraciones mamarias (BSE, por su sigla en inglés). Era un método detallado para examinarse las mamas una vez al mes. Hoy en día, la mayoría de los expertos recomienda la autoconciencia mamaria. Eso significa tener una idea de lo que es normal en sus mamas. Si observa incluso cambios pequeños en el aspecto o la sensibilidad, comuníquese con el proveedor de atención médica de inmediato.
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Examen clínico de las mamas (CBE, por su sigla en inglés). El Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (American Congress of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) recomienda que las personas de entre 25 y 39 años se hagan un CBE cada 1 a 3 años. Desde el ACOG, se recomienda que las mujeres de más de 40 años se hagan un CBE todos los años. Otros expertos no están de acuerdo en que haya suficientes pruebas para afirmar que los CBE tengan beneficios claros. Hable con un proveedor de atención médica sobre sus factores de riesgo y decida si quiere hacerse un CBE.
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Mamografía. Una mamografía es un tipo de radiografía que se usa para encontrar tumores en las mamas antes de que se puedan palpar o de que causen otros síntomas. Durante la prueba, la mama se presiona entre dos placas de plástico que aplanan y dispersan los tejidos. Se usan niveles muy bajos de radiación para generar imágenes del interior de las mamas. En muchas instalaciones, se hacen mamografías digitales. Los resultados se muestran en una computadora en lugar de una placa. La prueba puede ser incómoda, pero solo dura unos momentos. Hay más detalles sobre las mamografías a continuación.
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Resonancia magnética de las mamas. En una MRI, se usan imanes, ondas de radio y una computadora para tomar imágenes detalladas del interior de la mama. Antes de la resonancia magnética, es posible que le administren un medio de contraste en la sangre a través de una vena. Esto ayuda a tener un mejor contorno del tejido de las mamas y los posibles tumores. La resonancia magnética solo se usa para hacer pruebas de detección en personas con riesgo alto de cáncer de mama por factores como antecedentes familiares o genéticos.
Estos métodos de pruebas de detección pueden mejorar las probabilidades de detectar el cáncer de manera temprana. Puede recomendarse a las mujeres con riesgo alto de cáncer de mama que empiecen los exámenes de detección desde más jóvenes. También podrían aconsejarles que se hagan una resonancia magnética además de las mamografías de rutina. En algunas mujeres que tienen tejido mamario denso, es posible que se haga una ecografía junto con la mamografía. El proveedor de atención médica puede darle más información sobre sus riesgos y qué pruebas de detección son adecuadas para usted.
Más información sobre las mamografías
Con las mamografías, se detectan los tumores y los depósitos de calcio en la mama. La mayoría de los depósitos de calcio no son cancerosos. Pero una acumulación de manchas muy pequeñas de calcio (microcalcificaciones) puede ser una señal temprana de cáncer de mama. Si en la mamografía se observa algo anormal, puede que necesite más pruebas.
Una mamografía es la mejor manera de detectar el cáncer de mama de forma temprana. Pero es posible que no se detecte el cáncer. Y, en algunos casos, pueden detectarse anomalías que no son cáncer. Esto se llama falso positivo.
Los beneficios y los límites de una mamografía varían. Se basan en factores como la edad y el riesgo personal. Los expertos tienen distintas recomendaciones sobre quiénes deberían hacerse mamografías.
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Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos (U.S. Preventive Services Task Force). Desde este grupo, se recomiendan las pruebas de detección cada 2 años para las mujeres de entre 40 y 74 años.
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Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society, ACS). Desde este grupo, se recomiendan pruebas de detección anuales para todas las mujeres de entre 45 y 54 años, luego, una prueba de detección cada 1 o 2 años para las personas mayores de 55 años. Las personas de entre 40 y 44 años tienen la opción de empezar las pruebas de detección. Las pruebas de detección pueden seguir haciéndose mientras la mujer tenga buena salud y tenga una expectativa de vida de 10 años o más.
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Congreso Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (American Congress of Obstetricians and Gynecologists, ACOG). Desde este grupo, se recomienda que las personas se hagan mamografías cada 1 o 2 años a partir de los 40 años. Todas las personas deberían empezar con las mamografías a partir de los 50 años. Las mamografías se deben hacer cada 1 o 2 años hasta los 75 años. En ese momento, las mujeres deben hablar con el proveedor de atención médica sobre la necesidad de continuar con las pruebas de detección.
Todos deberían hablar con el proveedor de atención médica sobre los factores personales de riesgo y los puntos a favor y en contra de las pruebas de detección antes de decidir cuándo empezar y la frecuencia de las mamografías.
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