Leucemia promielocítica aguda (APL): tratamiento
¿Qué es la leucemia promielocítica aguda (LPA)?
La leucemia promielocítica aguda (LPA) es un subtipo de leucemia mieloide aguda (LMA). Este subtipo se trata con medicamentos diferentes a los de otros tipos de LMA. Esto se debe a que las células leucémicas de la LPA suelen ser muy sensibles a los medicamentos denominados agentes diferenciadores. La LPA es una de las formas más curables de leucemia.
¿Qué son los agentes diferenciadores?
Los agentes diferenciadores no son lo mismo que los medicamentos de quimioterapia estándar. Por lo general, la quimioterapia destruye las células que crecen con rapidez, como las leucémicas. Los agentes diferenciadores no destruyen las células leucémicas. Lo que hacen es transformarlas (diferenciarlas) en células más maduras y activas, de modo que dejan de ser células leucémicas.
Estos medicamentos tienen efectos secundarios diferentes y a menudo menos graves que la quimioterapia.
Estos medicamentos se usan para tratar la LPA:
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Ácido todo-trans-retinoico (ATRA, por su sigla en inglés). También se conoce como tretinoína. Es una forma de vitamina A. Se toma en forma de pastillas.
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Trióxido de arsénico (ATO). Este medicamento es una forma del producto químico arsénico. Se administra todos los días en forma de líquido que se introduce en la sangre a través de una vena por vía intravenosa.
Estos medicamentos se pueden usar solos o juntos. En algunos casos, pueden usarse junto con determinados medicamentos de quimioterapia. No se usan para tratar otros subtipos de LMA.
Cuándo se usan estos medicamentos
Los agentes diferenciadores forman parte del tratamiento estándar para todas las personas con LPA. Estos son algunos ejemplos de cómo pueden usarse estos medicamentos:
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Inducción. Es la primera fase del tratamiento. El objetivo es intentar reducir el número de células leucémicas y poner la LPA en remisión. La remisión se produce cuando no hay signos de leucemia en el cuerpo. En esta fase, se administra ATRA, a menudo junto con un medicamento de quimioterapia, una terapia dirigida o ATO. Se prefiere ATRA y ATO si hay un riesgo bajo de que la leucemia reaparezca. Aproximadamente un mes después de iniciar el tratamiento, se harán pruebas para comprobar la remisión.
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Consolidación. En esta segunda fase, se mantiene la leucemia en remisión y se destruyen las células de LPA que puedan quedar en el cuerpo. Esta fase dura varios meses. Los medicamentos usados suelen ser los mismos que los que se usan para la inducción. A veces, las dosis y el calendario son un poco diferentes.
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Mantenimiento. Algunas personas deben seguir tomando ATRA durante uno o dos años para mantener las células leucémicas bajo control. Este suele ser el plan para las personas con una probabilidad alta de que la leucemia reaparezca. El objetivo es mantener la remisión. A veces también se administran quimiofármacos.
El ATO también puede usarse si la leucemia reaparece (recae) después del tratamiento con ATRA. O puede usarse para la leucemia que no entra en remisión al final de la consolidación.
Posibles efectos secundarios
Los posibles efectos secundarios del ATRA incluyen lo siguiente:
Los posibles efectos secundarios del ATO incluyen lo siguiente:
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Cansancio
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Náuseas o vómitos
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Hinchazón
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Diarrea
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Dolor abdominal
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Daño en los nervios (neuropatía), que puede causar entumecimiento, hormigueo o dolor en las manos o en los pies
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Cambios en el ritmo cardíaco
¿Qué es el síndrome de diferenciación?
En las primeras semanas de tratamiento, estos medicamentos pueden causar a veces un grupo de efectos secundarios conocidos como síndrome de diferenciación. Se debe a las sustancias químicas que las células leucémicas liberan en la sangre. Este síndrome puede poner en peligro la vida. Entre los síntomas, se pueden incluir los siguientes:
Si presenta síntomas de síndrome diferencial, el proveedor de atención médica puede administrarle corticoides o hacerle interrumpir el tratamiento durante unos días.
Es posible que le administren corticoides al inicio del tratamiento para prevenir el síndrome de diferenciación en los siguientes casos:
Colabore con los proveedores de atención médica
Es importante saber qué medicamentos usa. Anote los nombres de sus medicamentos. Pregunte al equipo de atención médica para qué sirven, cómo actúa cada uno y qué efectos secundarios podrían causar.
Hable con los proveedores de atención médica sobre los efectos secundarios a los que debe prestar atención y cuándo debe llamar. Asegúrese de saber a qué teléfono puede llamar si tiene problemas o preguntas, incluso por la noche, en días festivos o fines de semana.
Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios. Escriba cualquier cambio físico, de razonamiento y emocional que tenga. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando concurra a las citas. También les facilitará a usted y a su equipo de atención médica colaborar en el armado de un plan para controlar los efectos secundarios.