Duelo y pérdida

Descripción general del proceso de duelo

El duelo es una respuesta normal de los seres humanos ante la pérdida de un ser querido que puede manifestarse de muchas maneras. El duelo pasa por diferentes etapas, desde la incredulidad y la negación, al enojo y la culpa, a encontrar una fuente de consuelo, hasta llegar finalmente a la adaptación a la pérdida.

Es normal que la persona que agoniza y los sobrevivientes atraviesen el proceso de duelo. A los sobrevivientes, esto puede tomarles muchos años. Es un proceso que tiene que ver con el desafío de aceptar la muerte y a esta como la etapa final de la vida.

Duelo anticipado frente a pérdida repentina

  • Duelo anticipado. Ocurre cuando una persona tiene una enfermedad prolongada, y tanto el paciente como la familia se anticipan a la muerte. Prever la pérdida de un ser querido puede ser tan doloroso y estresante como el hecho mismo de perder a la persona. El duelo anticipado permite que la familia se prepare para la inevitable muerte. Puede ser un período para resolver problemas e inquietudes, y para buscar el apoyo de los líderes espirituales, la familia y los amigos. También es tiempo para dejar en claro los deseos de su ser querido respecto de los arreglos para el funeral y el entierro, además de otros asuntos de la etapa final.

  • Pérdida repentina. Se refiere a una muerte que ocurre de forma inesperada y repentina, por ejemplo, por un accidente mortal o un ataque al corazón. Estas tragedias pueden hacer que los sobrevivientes se sientan conmocionados y confundidos. A menudo, los seres queridos se quedan con muchas preguntas y asuntos sin resolver, y se ven afectados por diferentes emociones, como el enojo, la culpa y el dolor. El apoyo de la familia, los amigos y los miembros del clero es importante para las personas que sufren una pérdida repentina.

¿Qué puede ocurrir en el caso de la muerte prevista?

Muchas personas que enfrentan su propia muerte están dispuestas a hablar de cuestiones relacionadas con la muerte y el final de la vida, aunque no todas desean hacerlo. Quizás sea el momento de hablar de las cuestiones espirituales, resolver las preocupaciones de la familia, reflexionar sobre la vida y los logros de un ser querido, y expresar gratitud. También es una oportunidad para poner en orden las cuestiones prácticas, incluidas las siguientes:

  • ¿Se pueden pagar por anticipado los gastos del funeral?

  • ¿Qué casa velatoria prefiere la persona para que se ocupe de los arreglos?

  • ¿Puede ayudar la persona con la información del obituario para asegurarse de que este sea correcto y esté completo?

  • ¿Cuáles son sus deseos específicos para el funeral?

  • Si habrá un servicio religioso, ¿puede la persona que se enfrenta a la muerte ayudar a planificar sus pasajes de las escrituras o sus cánticos predilectos?

  • ¿Prefiere cremación o entierro?

  • ¿Se ha adquirido una parcela en el cementerio?

  • ¿La persona desea que se hagan donativos en su memoria a una organización benéfica o de caridad en particular?

  • ¿Puede la persona dar instrucciones a los demás sobre asuntos prácticos, como testamentos, cuentas bancarias, el nombre del abogado, planes de pensión, fondos de jubilación y las pólizas del seguro de vida?

¿Cuáles son los síntomas del duelo?

Es normal que tanto la persona que se enfrenta a la muerte como los sobrevivientes luego del deceso de un ser querido tengan muchos síntomas del duelo. Entre ellos, se incluyen los siguientes:

Síntomas físicos:

  • Falta de energía o agotamiento físico

  • Dolores de cabeza y malestar estomacal

  • Sueño excesivo o exceso de trabajo y de actividad

Síntomas emocionales:

  • Fallas de memoria, distracción y preocupación

  • Irritabilidad

  • Depresión y sentimientos de euforia

  • Enfado extremo o sentimientos de resignación ante la situación

Síntomas espirituales:

  • Sentimientos de estar más cerca de Dios o de enojo y furia contra Dios

  • Fortalecimiento de la fe o cuestionamiento de la fe

¿Cuáles son las diferentes etapas del duelo?

Es normal que las personas que se enfrentan a la muerte, así como las que las sobreviven, atraviesen muchas etapas del duelo. En el caso de los sobrevivientes, el proceso de duelo puede durar desde varios meses hasta 2 o 3 años, o tal vez más tiempo. Las etapas del duelo no necesariamente ocurren en un orden fijo y varían enormemente de una persona a otra. Las personas pueden tener altibajos a lo largo de estas etapas en diferentes momentos durante el proceso de duelo. Estas etapas incluyen las siguientes:

  • Conmoción

  • Depresión

  • Síntomas físicos, como dolores de cabeza, dolores corporales o malestar estomacal

  • Sentimientos de pánico

  • Culpa

  • Enojo

  • Incapacidad de retomar la rutina diaria

  • Regreso de los sentimientos de esperanza

  • Aceptación

Si usted o un ser querido está en proceso de duelo durante más tiempo de lo normal, es recomendable que busque asesoramiento profesional para que lo ayude a transitarlo. Su proveedor de atención médica puede ser una buena fuente de derivación, o quizás sea conveniente que le pida consejos a su líder espiritual (sacerdote, rabino o pastor).

Apoyo a las personas en duelo

Hay muchas cosas que puede hacer para ayudar a una persona en duelo. Entre ellas, se encuentran las siguientes:

  • Enviar tarjetas o flores

  • Preparar comida

  • Cuidar a los niños

  • Hacer tareas domésticas

  • Contribuir con una causa importante para la familia

  • Ofrecer transporte

También puede tener en cuenta lo siguiente cuando brinde su apoyo a una persona en duelo:

  • Esté a disposición. A veces, las personas en duelo no quieren hablar ni escuchar. Solo desean que esté disponible para ellas.

  • Permita que la persona en duelo muestre todas sus emociones, entre ellas, enojo y rencor, que a veces pueden expresarse contra los proveedores de atención médica, contra Dios o, incluso, contra el ser querido que ha muerto.

  • Tenga paciencia y sea comprensivo, pero no condescendiente. No asegure saber cómo se siente la otra persona. No fuerce a la persona a que hable o comparta sus sentimientos.

  • No debe preocuparle si menciona el nombre de la persona que ha muerto o comparte un recuerdo cariñoso de ella mientras está en compañía de las personas en duelo. Ellas también están pensando en su ser querido, así que es aceptable y natural mencionar el nombre en una conversación.

  • Recuerde que el duelo toma tiempo y que es un proceso natural de los seres humanos. No importa cuánto quiera “detener el sufrimiento”; las personas en duelo deben atravesar el proceso. Deles tiempo y cuídelas a lo largo del proceso.

  • Si una persona está en duelo durante más de un año, un proveedor de atención médica debe evaluarla.

Duelo anormal

El proveedor de atención médica primario puede ayudar a que la persona en duelo se adapte a la pérdida. Aunque pueden tener mala salud, es menos probable que las personas que atraviesan un proceso de duelo anormal usen los servicios médicos. Son importantes los esfuerzos de divulgación para ayudar a las personas que necesitan estos servicios.  La depresión, el suicidio, la ansiedad y el duelo complicado son las características psicológicas negativas más comunes asociadas con la pérdida. 

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