Ataque cardíaco
¿Qué es un ataque cardíaco (infarto de miocardio)?
Un ataque cardíaco, o infarto de miocardio, sucede cuando una o más regiones del músculo cardíaco (o miocardio) experimentan una falta de oxígeno prolongada o grave causada por un bloqueo del flujo sanguíneo a dicho músculo.
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A menudo, el bloqueo es resultado de aterosclerosis (acumulación de placa compuesta por depósitos de grasa, colesterol y otras sustancias). Cuando la placa se rompe, enseguida se forma un coágulo de sangre. Este coágulo es la verdadera causa del ataque cardíaco.
Si se corta el suministro de sangre y oxígeno, las células del músculo cardíaco empiezan a dañarse y morirse. El daño irreversible comienza a los 30 minutos del bloqueo. El resultado es una disfunción del músculo cardíaco en la zona afectada por la falta de oxígeno o la muerte de las células.
¿Cuáles son los factores de riesgo para un ataque cardíaco?
Existen 2 tipos de factores de riesgo para un ataque cardíaco:
Hereditarios (o genéticos)
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Adquiridos
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Los factores de riesgo hereditarios o genéticos son aquellos con los usted nace y no pueden modificarse, pero se pueden mejorar mediante tratamiento médico y cambios en el estilo de vida.
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Los factores de riesgo adquiridos son causados por actividades que elegimos incluir en nuestras vidas y pueden controlarse con cambios en el estilo de vida y cuidados médicos.
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Factores hereditarios (genéticos): ¿Quiénes corren un mayor riesgo?
Los siguientes son los que están en mayor riesgo:
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las personas con hipertensión hereditaria (hipertensión arterial);
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las personas que por herencia tienen baja concentración de HDL (lipoproteínas de alta densidad), alta concentración de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) en sangre o alta concentración de triglicéridos;
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las personas con antecedentes familiares de enfermedades cardíacas (en especial, cuando la enfermedad aparece antes de los 55 años);
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los hombres y las mujeres mayores;
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las personas con diabetes tipo 1;
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las mujeres, después del inicio de la menopausia (por lo general, el riesgo en los hombres es a una edad más temprana, pero luego del inicio de la menopausia, las mujeres corren el mismo riesgo).
Factores adquiridos: ¿Quiénes corren un mayor riesgo?
Los siguientes son los que están en mayor riesgo:
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las personas con hipertensión adquirida (hipertensión arterial);
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las personas que adquirieron una baja concentración de HDL (lipoproteínas de alta densidad), alta concentración de colesterol LDL (lipoproteínas de baja densidad) en sangre o alta concentración de triglicéridos;
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los fumadores;
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las personas que tienen mucho estrés;
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las personas que toman mucho alcohol;
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las personas con un estilo de vida sedentario;
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las personas con un exceso de peso del 30 % o más;
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las personas con una dieta rica en grasas saturadas;
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las personas con diabetes tipo 2.
Cualquier persona puede sufrir un ataque cardíaco; pero una vez que aprendemos cuáles son nuestros factores de riesgo, recién después podemos tomar medidas para suprimirlos o reducirlos.
Manejo de los factores de riesgo del ataque cardíaco
Para manejar los riesgos de un ataque cardíaco deberá empezar por:
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evaluar los factores de riesgo aplicables a usted y tomar las medidas necesarias para suprimirlos o reducirlos;
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conocer su estado de salud, tales como la hipertensión o los niveles irregulares de colesterol, que pueden ser "asesinos silenciosos";
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modificar los factores de riesgo adquiridos (no los hereditarios) mediante cambios en el estilo de vida. Como primera medida, consulte a su proveedor de atención médica para poder empezar con estos cambios cuanto antes;
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consultar de inmediato a su proveedor de atención médica para determinar si tiene factores de riesgo genéticos o hereditarios que no puedan modificarse, pero que puedan controlarse con un control médico y con cambios en su estilo de vida.
¿Cuáles son las señales de advertencia de un ataque cardíaco?
A continuación se enumeran los síntomas más comunes de un ataque cardíaco. Sin embargo, cada individuo puede experimentar los síntomas de manera diferente. Los síntomas pueden incluir:
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presión aguda, pesadez, opresión, dolor y/o molestia en el centro del pecho que dura más de unos minutos;
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dolor o molestia que se propaga a los hombros, el cuello, los brazos o la mandíbula;
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dolor en el pecho en aumento;
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dolor en el pecho que no se alivia con descanso o nitroglicerina;
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dolor en el pecho, en conjunto con todos o algunos de los siguientes síntomas (adicionales):
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piel fría, pegajosa y sudorosa, y/o palidez;
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dificultad para respirar;
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náuseas o vómitos;
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mareo o desmayo;
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debilidad o fatiga sin motivos;
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pulso irregular o rápido.
Aunque el dolor en el pecho es una señal de advertencia clave de un ataque cardíaco, puede confundirse con indigestión, pleuritis, neumonía, costocondritis (inflamación y dolor en el cartílago que une la parte frontal de las costillas con el esternón), acidez estomacal u otros trastornos.
Los síntomas de un ataque cardíaco podrían asemejarse a otras condiciones o problemas médicos. Siempre deje que el diagnóstico lo realice su proveedor de atención médica.
Cómo reaccionar ante las señales de advertencia de un ataque cardíaco
Si usted u otra persona presenta cualquiera de las señales de advertencia anteriores, actúe de inmediato. Llame al 911 o al número de emergencia local.
Tratamiento para un ataque cardíaco
El objetivo del tratamiento para un ataque cardíaco es aliviar el dolor, preservar el funcionamiento del músculo cardíaco y evitar la muerte.
El tratamiento del servicio de emergencias puede ser:

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terapia intravenosa, como nitroglicerina y morfina;
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control continuo del corazón y de los signos vitales;
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oxigenoterapia para mejorar la oxigenación del músculo cardíaco dañado;
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analgésicos para disminuir el dolor y la carga de trabajo del corazón, esto reduce la demanda de oxígeno del corazón;
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medicamentos para el corazón, tales como bloqueadores beta, que impulsan el flujo sanguíneo al corazón, mejoran el suministro de sangre, previenen las arritmias y disminuyen la frecuencia cardíaca y la presión arterial;
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terapia fibrinolítica, que es la infusión intravenosa de un medicamento que disuelve el coágulo de sangre para restablecer el flujo sanguíneo;
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terapia con antitrombina y antiplaquetarios, como aspitina o clopidogrel, que se usa para evitar la formación de más coágulos de sangre;
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antihiperlipidémicos, que se utilizan para disminuir los lípidos (grasas) en la sangre, particularmente el colesterol de lipoproteína de baja densidad (LDL). Las estatinas son un grupo de medicamentos antihiperlipidémicos e incluyen la simvastatina, la atorvastatina y la pravastatina, entre otros. Los secuestradores de ácidos biliares (colesevelam, colestiramina y colestipol) y el ácido nicotínico (niacina) son otros 2 tipos de medicamentos que pueden utilizarse para reducir los niveles de colesterol.
Además de estos tratamientos, pueden utilizarse procedimientos para restablecer el flujo sanguíneo coronario. Los procedimientos incluyen:
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Angioplastia coronaria. Con este procedimiento, se utiliza un globo para crear una abertura más grande en el vaso a fin de aumentar el flujo sanguíneo. A esto, a menudo, le sigue la inserción de un estent en la arteria coronaria para ayudar a mantener el vaso abierto. Aunque la angioplastia se realiza en otros vasos sanguíneos de cualquier parte del cuerpo, la intervención coronaria percutánea (ICP) se refiere a la angioplastia en las arterias coronarias para permitir que fluya más sangre al corazón. La ICP también es también denominada angioplastia coronaria transluminal percutánea (ACTP). Existen varios tipos de procedimientos de la ICP, con inclusión de:
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Angioplastia con globo. Se infla un pequeño globo dentro de la arteria bloqueada para abrir el área bloqueada;
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Estent de arteria coronaria. Se expande un minúsculo espiral se dentro de la arteria obstruida para abrir el área bloqueada y se deja en el lugar para mantener abierta la arteria;
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Aterectomía. El área bloqueada dentro de la arteria se corta con un dispositivo minúsculo en el extremo de un catéter; y
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Angioplastia láser. Se utiliza un láser para "evaporar" la obstrucción en la arteria.
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Derivación de la arteria coronaria. Más a menudo denominada simplemente como "cirugía de bypass," con frecuencia, esta cirugía se realiza en personas que tienen angina (dolor de pecho) y enfermedad de las arterias coronarias (donde se ha acumulado placa en las arterias). Durante la cirugía, se crea un bypass mediante el injerto de una porción de una vena por arriba y debajo del área obstruida de la arteria coronaria, lo cual permite que la sangre fluya alrededor de la obstrucción. Por lo general, se toman venas de la pierna, pero también es posible que se utilicen las arterias del pecho o del brazo para crear un injerto de bypass. Algunas veces, es necesario hacer múltiples cirugías de bypass para restaurar el flujo de sangre a todas las áreas del corazón.
Revisor médico: Foster, Sara, RN, MPH
Revisor médico: MMI board-certified, academically affiliated clinician
Última revisión:
11/1/2018
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